2021 En víspera del tiempo histórico.
 


I

El 2020 cae lentamente sobre el lecho de su destino. En pocas horas el siglo 21, arribara a su singularidades temporales. No es el tiempo universal de la estrella fugaz, "Es el tiempo histórico del ser social". El capullo se esparce en la memoria de lo vivido y se abrirá la nueva flor del 2021. Andrés Eloy Blanco el poeta, político y abogado nos convoca "Venid compañero, que los años pasan; pero aprendimos a pasar con ellos" 


II

Hace 200 años en plena guerra revolucionaria fuimos el centro gravitaciónal del despliegue de fuerzas militares en el campamento continental de América. 

En 1820 éramos la sociedad de los revolucionarios emancipados con "lanzas coloradas" después no hemos hecho más historia continentales. En 1920 aún con Revueltas,  golpes insurrecciónales y en el 2020,  a 200 años de la Batalla de Carabobo, delirium del espectro con croniquillas aterrorizada, será que la palidez moral, dio la orden  "Tocad la música mientras se hunde el Titanic" 


III

Hoy 31 de diciembre es la noche del poeta Andrés Eloy Blanco y la prosa de todas las generaciones del siglo XX y ahora del XXI, dice. :"(...) en esta noche,cuando el reloj anuncia que el Año Nuevo llega,todos los hombres comen, al compas de las horas,las doce uvas de la Noche Vieja.Pero aquí no se abrazan ni gritan: ¡FELIZ AÑO (...) y al hombre que está solo, bajo un árbol, le dicen cosas de honda fortaleza: «¡Venid compadre, que las horas pasan;pero aprendamos a pasar con ellas!». 


IV. 

Las horas se terminan, viene el año nuevo y nadie puede "abstraerse de la sociedad en que vive", el español ortega y gasset nos dice él   aforismo "Yo y mis circunstancias", para hacernos entender que no es la creación divina del demiurgo sino "la voluntad del hacer", nuevas circunstancias. soportar el cansancio del diluvio social, en términos de sarmiento significa hoy la barbarie de las exquisiteces de lujo contra la sociedad avasallada en medio de la borrasca. 


V

Si Perseo se cubría con un casco mágico para perseguir a los monstruos; hoy  en Venezuela nos colocamos este casco mágico sobre nuestros ojos y  oídos para poder negar la existencia de una realidad. El hombre del pueblo diría a sus nietos, la carreta la voltearon y se hizo estillas. 

Y cuando llegué el momento  del abrazo, nuestro hermano ausente, palpitara en él corazón de quienes, con la moral inflada, y con "el temple libertario del erguido", podamos decir  "Feliz año nuevo". 


Luis Alberto Ramírez. 

30 diciembre 2020. 

Puerto Cabello.

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